25.10.04

Otra vez el burro, Rodolfo Loyola

Esto no es un poema
¿y qué más da?
Esto es un rebuzno sangrante.
Yo soy el pobre burro que quiso ser jinete.
Yo estuve atado hasta
que mi Señor me hubo menester.

Yo he sido un burro
de multitudes entusiasmadas,
de ruidosas entradas triunfales;
un burro útil, manso a veces.

He tenido burradas a montones,
como esa de alimentar mis orejotas
con la palabra reverendo,
o de tomar un poco de los vítores
o de las bienvenidas
que pertenecen al Rey,
a mi Rey, al buen Rey;
que a pesar de saberme
con esas intenciones típicas de la raza
me acaricia los lomos del orgullo
para decirme: “Anda,
que aún te estoy domando.
No hay nada más valioso
para poder entrar, triunfante y a morir
en las ciudades de las almas
que un buen burro,
sin aparejos de doctor,
firme y pequeño
que deje ver mi gloria”

Rodolfo Loyola

1 comentario:

El Perro dijo...

Excelente recurso!!! Ojalá todos tuviesemos la humildad de reconocer que solo somos instrumentos en la mano del maestro.