Es poca el ansia de vivir que siento,
pero si Tú me dices vive: Viviré.
Es poco el celo de escalar que aliento,
pero si Tú me dices sube: Subiré.
Es mucho el miedo de sufrir que tengo,
pero si Tú me dices sufre: Sufriré.
Me acosa el hambre de saber lo eterno,
pero si Tú me enseñas Padre, saciaré.
6.3.07
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2 comentarios:
Un poema que sacia el alma
Breve, pero hermoso, ¿Que mas se le puede pedir a un poema?
Mario.
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