27.10.04

Hoy estuve con Él, Rodolfo Loyola

Hoy estuve con Él,
pero no es apropiado que lo diga.
¡Se está tan bien junto a tus pies,
huérfano de palabras,
saturado de besos y perfumes
como María en Betania!

Hoy palpé su presencia
como nunca. Me desnudé ante Él,
¡y era tan transparente su mirada!
Girasoles de oro
poblaban el espacio
entre su ser y mi alma.

Y aquí estoy, como Adán
profanando su huerto,
tomando del fruto prohibido
escribiendo un poema
que debió ser inédito.

¡Que bueno fue llorar de amor y asombro!
A mi me pareció que no era azul,
pero eso es lo de menos.
Se llega con el alma desflecada
a pedir nuevas velas por si hay pesca.
Y te das cuenta que en su mar adentro
ni una gaviota cae sin que Él lo sepa.

Y es tan íntimo el gozo,
tan sublime el silencio,
tan tímidos los gestos...
Y afuera el tiempo con el ruido a cuestas
y los que siempre esperan
hallarle en un milagro,
(perrillos recogiendo migajas
debajo de la mesa).

De verdad, no sé por qué lo digo,
pero tampoco sé como callarlo.
Hoy he estado con Él. Alfarero divino,
y al decirlo me quiebro
como barro que arde.
Pecado de intención
mas no de hecho,
si es del todo imposible
explicar lo inefable.

Rodolfo Loyola

1 comentario:

Anónimo dijo...

De verdad, no sé por qué lo digo, pero tampoco sé como callarlo.

Que limpieza de alma. Precioso.