27.10.04

Primera cita, Rodolfo Loyola

“Bienaventurado el que tiene recuerdos que pueden fortalecer
su espíritu” H. Carossa

Esta noche contigo, ¡que alegría!,
se ha hecho corta y difícil de olvidarla.
Tu llegaste puntual cual viejo amante,
yo te ofrecí mis besos triangulares.
Tu tomaste mi orgullo por el tronco
y lo desarraigaste con tu aire.
Se veía la luna tan pequeña, sin frío
bañándose en la fuente con burbujas de plata;
y yo, como Romeo, prometiendo y jurando,
y Tú, tan comprensivo tomaste mi palabra.
Después yo no sabía, si este encuentro vivido,
se este inédito gozo era para gastarlo...
Y no fue mi camino de Damasco, Dios mío,
aunque oí tu llamada como Saulo de Tarso.

Rodolfo Loyola

No hay comentarios: