¡Oh muerte, tú no inquietas
con tu aguijón sombrío
al que lleva su alma
del ideal en alto.
Tú eres tortura y pánico;
enigma indescifrable
para el que sólo espera
lo terrenal y vano.
Pero a los otros,
los de eterna esperanza,
los de ambición hermosa,
no eres más que un peldaño
inevitable y útil
para escalar la gloria.
Rodolfo Loyola
26.10.04
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2 comentarios:
¡Es increíble, ese Rodolfo Loyola!
Gracias por presentarnos.
Sí que lo es, absolutamente increible.
Letras tomadas en la misma presencia de Dios, y eso es inconfundible.
Un abrazo Paul
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